Reglamentación, control y formación
La divulgación de la experiencia subacuática gracias a documentales difundidos en los medios (como los de Jacques Costeau), la investigación para la comprensión de la fisiología del buceo, y la mejora de los equipos han contribuido a esta expansión de la actividad.
Existen diferentes especialidades en el ámbito comercial, militar y recreativo, como la fotografía submarina , el buceo profundo, buceo en pecios, buceo en cavernas, buceo nocturno, arqueologia submarina , investigación biológica, mantenimiento naval, pesca submarina, o recuperación y rescate, o por pura diversión, entre otros. La práctica de algunas de estas especialidades exige cursos de formación previa.
Las particularidades fisiológicas del buceo hacen necesario el seguimiento de reglas estrictas y el respeto de los límites de seguridad, por lo que la práctica segura del buceo (particularmente en el caso del buceo autónomo) requiere de una formación específica. Cada país es responsable de la reglamentación y control de este tipo de actividad recreativa, y por regla general se exige una titulación reconocida que certifique el conocimiento de las reglas y normas, así como en determinados casos, un mínimo experiencia, que habitualmente se establece exigiendo un determinado número de inmersiones previas. El número de inmersiones requeridas oscila habitualmente entre 15 y 50, en función de la dificultad del sitio de buceo.

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